Fuente:
Agencia EFE y RANME
De acceso libre en la página digital de la RANME: https://dptm.es
Con más de 70 000 términos, digital, actualizado y de acceso libre, así es el primer diccionario con lenguaje médico común para facilitar la comunicación y evitar malos entendidos entre la población y los profesionales médicos de España y América.
La voluntad compartida por la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME) y la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina, España y Portugal (ALANAM) para lograr que el lenguaje médico en español abarcase toda la geografía humana vinculada a la medicina impulsó, en 2012, la firma de un protocolo de actuación destinado a la elaboración de un Diccionario panhispánico de términos médicos con el objeto de registrar la homogeneidad y la heterogeneidad del lenguaje médico que compartimos todos los hablantes de nuestro idioma común. Todo ello al servicio de la mejor relación posible entre médico y paciente y, por tanto, de la mejor asistencia médica, y al servicio de la expresión conceptual más rigurosa en la investigación, la divulgación, la traducción y la docencia médicas.
El Diccionario panhispánico de términos médicos, que será actualizado periódicamente, está disponible para su utilización libre por la ciudadanía en la página digital de la RANME, entidad administradora del sistema, y en conexión con las páginas digitales de las Academias de Medicina americanas, desde su presentación pública el 13 de noviembre de 2023.
El diccionario recoge «la riqueza del léxico biomédico de habla hispana» y, de esta manera, «consolida el español como lengua de comunicación científica del conocimiento médico y sanitario», señaló el presidente de la RANME, Eduardo Díaz-Rubio, en la presentación.
Romper la fuente o romper aguas
La coordinadora de la Unidad de Terminología Médica de la RANME, Cristina González, explicó que, aunque el lenguaje científico une más que diferencia a los hispanohablantes, existe mucha variedad en la denominación de instrumentos, síntomas y enfermedades comunes.
Por ejemplo, romper la fuente significa romper aguas en países como Argentina, Bolivia, Chile o Colombia, entre otros; zafadura es luxación en Costa Rica, Ecuador o Perú; y lentes de contacto son pupilentes en México y Paraguay.
También se ha intentado que en aquellos casos donde existía un alternativa en español, esta se recomiende por encima del anglicismo; como gripe o gripa por encima de influenza o flu, o proteína de la espícula y no proteína spike.
Romper barreras lingüísticas
El presidente de ALANAM, Germán Gamarra, destacó la necesidad de «romper las barreras lingüísticas», donde la multiculturalidad en España es cada vez mayor: «Se ha diseñado un sistema claro y riguroso para reflejar los usos comunes, además de reflejar las peculiaridades y diferencias del ámbito panhispánico».
Por su parte, uno de los codirectores del diccionario, Antonio Campos Muñoz, insistió en que la comunicación juega un «papel clave», ya que los pacientes a veces llegan con «angustia y ansiedad» a las consultas porque no saben qué les ocurre y no saben expresarse, o salen con dudas porque no han comprendido bien el lenguaje que el médico ha expuesto.
Por ello, Campos destacó que el nuevo diccionario es fundamental porque «engloba todos los términos médicos, refleja la diversidad y da voz a millones de personas hispanohablantes que acuden a la consulta del médico buscando ayuda».
Por su parte, José Miguel García Sagredo, otro de los codirectores de este volumen, expuso que el diccionario va a estar «permanentemente actualizado» y será de ayuda para más de 500 millones de hispanohablantes, además de para profesionales y estudiantes de Medicina y Ciencias de la Salud.
En el proyecto han participado las Academias de Medicina de doce países latinoamericanos: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.