La enfermedad mental (EM) constituye un importante problema de salud pública en Europa y en el mundo. La EM debuta en edades muy tempranas, aproximadamente el 50% de las EM debutan alrededor de los 15 años y más de 2/3 antes de los 20. Una proporción muy importante son reversibles o controlables mediante el tratamiento adecuado. Sin embargo se estima que en Europa 2/3 de las personas que requerirían tratamiento psiquiátrico no acuden a los servicios de salud o reciben tratamientos inadecuados. También existe una importante asociación entre salud física y la salud mental, dándose con frecuencia altas prevalencias de trastornos mentales en pacientes con enfermedades crónicas, que con el tratamiento adecuado mejorarían de forma muy importante su capacidad para superar o afrontar un proceso crónico. Finalmente existe una proporción de pacientes cuya EM es crónica, aunque su calidad de vida y su nivel de integración depende de un diagnostico precoz y un tratamiento adecuado. Una de las consecuencias fatales de la EM es el suicidio, que con alta frecuencia se asocia a determinados trastornos y registra una alta incidencia en jóvenes y adolescentes, constituyendo en algunos tramos de edad la primera causa de mortalidad en España.

En 2016 la enfermedad mental fue la primera causa de años de vida ajustados por discapacidad (Disability Adjusted_Life Years - DALYs) en la población española de 15 a 49 años y la segunda en la de 5 a 14. Si solo medimos los años de vida vividos con discapacidad (Years of life Lost - YLD), la EM constituye la primera causa de años vividos con discapacidad en la población española de 15 a 49 años (sumando casi la mitad de los YLD) y la segunda en la de 5 a 14 años.

Los análisis de las diversas fuentes de información disponibles, así como gran cantidad de estudios publicados, evidencian las altas prevalencias de los trastornos mentales en España. Adicionalmente la esperanza de vida de las personas con EM se reduce en 10 años respecto al resto de la población y la prevalencia de personas vivas con trastornos mentales es siempre elevada.

Como consecuencia de la dimensión y evolución de estos problemas, la EM constituye un problema de salud pública de primera magnitud, hasta ahora no abordado en su dimensión real desde un punto de vista de salud pública.

La necesaria formación de los profesionales de la salud pública y en concreto de los médicos especialistas en medicina preventiva y salud pública en el campo de la salud mental es crucial para abordar este problema, y constituye la justificación de este módulo.

Competencias

El estudiante aprenderá a identificar el ámbito de trabajo de la salud mental dentro de la salud pública, sus funciones básicas y los principios esenciales que rigen su práctica.
El estudiante comprenderá la organización del sistema de salud pública y los servicios de salud, así como su interconexión para dar un servicio de salud integral y unos resultados medibles en términos de morbimortalidad y calidad de vida.

Se abordará la salud mental dentro del marco establecido por la estrategia de salud mental de la OMS y su aplicación al ámbito de la región europea. Se abordarán las fuentes de información y sus limitaciones, así como las clasificaciones e instrumentos al uso para la medida de la situación de salud mental de la población.

El estudiante será capaz de analizar a partir de las principales fuentes de información la situación de salud mental de una comunidad específica, así como de identificar prioridades en un contexto de recursos limitados.