“Habitualmente hablamos de mujeres víctimas de violencia, cuando en realidad son mujeres que viven en una situación de VG”

“Habitualmente hablamos de mujeres víctimas de violencia, cuando en realidad son mujeres que viven en una situación de VG”

Entrevistas   /   26-12-2018   /   0 COMENTARIOS   /  A+ | a-

Mar de la Peña, enfermera en Salud Mental y en Gestión Hospitalaria, nos comparte sus impresiones como participante del curso práctico Prevención y atención a la violencia de género en los servicios de salud, celebrado en la Escuela Nacional de Sanidad el pasado mes de noviembre, en el marco formativo del IMIENS.

Pregunta: En la presentación del curso se dice que el sector salud tiene un papel evidente en la atención a las mujeres víctimas de malos tratos y violencia de género (VG), por lo que es fundamental que sus profesionales cuenten con la formación y sensibilización necesaria para identificar estos casos, proporcionando una buena asistencia y de calidad. ¿En qué medida el curso atiende esta necesidad?
Respuesta: Antes de responder a la pregunta me gustaría hacer una reflexión, habitualmente hablamos de mujeres víctimas de violencia, cuando en realidad son mujeres que viven en una situación de violencia de género, definirlas como víctimas es perpetuar su situación, victimizándolas en cada ocasión que nos referimos a ellas con esté termino. Algunas de las mujeres con las que he tenido ocasión de hablar, claramente manifiestan que no les gusta que las definan así. Así mismo en algunos foros e incluso mujeres que han estado en la situación de malos tratos, se califican a sí mismas como supervivientes, concepto que tiene una amplia aceptación.
Entrando en la pregunta, es importante aclarar que los malos tratos son una de las formas en que se ejerce la violencia de género a las mujeres.
Los profesionales de la salud tenemos que tener instrumentos, que nos permitan identificar a aquellas mujeres que se aproximan a los servicios sanitarios con problemas de salud, debido a la violencia de género que se ejerce sobre ellas. El primer instrumento es la formación, abordando la salud de las mujeres desde lo psicosomático y biográfico, y también de las personas que conviven con ella como son los hijos e hijas. Esto es fundamental para hacer un abordaje asistencial que de respuesta a sus necesidades, evitando acciones iatrogénicas por desconocimiento de la situación en que están inmersas. La sensibilización profesional ante la violencia de género y sus consecuencias nos permite conocer y ser sensibles a las patologías y manifestaciones en la salud de las mujeres, así como el tratamiento que requiere la mujer desde un abordaje interdisciplinar, ya que de otro modo no podríamos dar respuesta a todas sus necesidades. En esta intervención profesional es la mujer quien debe decidir y/o explicitar aquellos aspectos y necesidades que son importantes para ella.
En los últimos años somos espectadores y espectadoras del elevado consumo de psicofármacos que se recetan a las mujeres, sería adecuada una intervención interdisciplinar que permita el abordaje integral de la mujer, muchos síntomas psíquicos son la punta del iceberg de la sintomatología, que la violencia de género desencadena en la salud de la mujer.
El curso pone de manifiesto aquellos aspectos que debemos atender en las mujeres en situación de violencia de género, hace énfasis en aquellas patologías y conductas que padecen las mujeres, el abordaje profesional que debemos hacer para dar respuesta a sus necesidades, así como en muchos matices que pasan desapercibidos en el día a día y solo con una adecuada formación, sabremos como trabajar y abordar en nuestros puestos de trabajo.
 Los problemas de violencia de género debemos abordarlos desde el punto de vista sanitario, implicando a los servicios asistenciales, realizando estudios de investigación, identificando aquellas situaciones que son causa y efecto de la violencia de género para poder dar respuesta a las necesidades sanitarias de las mujeres en situación de violencia de género.

P: Al hablar de violencia de género hablamos de un nombre nuevo para un drama antiguo que ha saltado de la esfera privada a la salud pública. En España la VG está reconocida legalmente como un determinante de salud. ¿Nos puede explicar qué supone esto?
R: La violencia de género no es un drama, es un delito consecuencia de una cultura con valores machistas y patriarcales. En España la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género en el ámbito sanitario contempla actuaciones de sensibilización, detección precoz y apoyo asistencial a las víctimas, así como la aplicación de los protocolos sanitarios ante las agresiones derivadas de la violencia de género. En el año 2013 la OMS reiteró que la violencia de género es un problema de salud pública de proporciones epidémicas y una violación sistemática de los derechos humanos de las mujeres como consecuencia de la discriminación, subordinación y perpetuación de las desigualdades por razón de género, afectando a más de un tercio de todas las mujeres a nivel mundial.

P: El curso se centra en los servicios de salud, ¿qué es lo que hace falta en ellos para afrontar la violencia de género con unas mínimas garantías?
R: Como vengo comentando en la entrevista, insisto en la necesidad de la sensibilización y formación de todos los profesionales que tratan y atienden a las mujeres en situación de VG en cualquier servicio u hospital, ya sean profesionales de la medicina, de enfermería, otras profesiones sanitarias, personal administrativo; es decir, todas aquellas personas que en algún momento pueden estar en relación con una mujer en situación VG. Es importante disponer de espacios adecuados, que favorezcan un entorno en el que la mujer se pueda sentir cómoda, protegida y escuchada, tanto en atención primaria, servicios de urgencias y hospitalización. Todo esto se conseguiría si se desarrollase en su totalidad la Ley Orgánica 1/2004 comentada en la pregunta anterior, dotándose de medios humanos y presupuestariamente para poder aplicar todo lo relacionado con el ámbito sanitario, así como si se desarrollase también la ley 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.

P: Como profesional de la salud que atiende situaciones de VG, ¿qué le ha aportado este curso?
R: Personalmente me ha parecido muy interesante poder compartir experiencias y conocimientos con profesionales de otras comunidades autónomas y de distintas disciplinas, permitiéndome pulsar la situación actual, los recursos disponibles y las dificultades con que nos encontramos al tratar de realizar un abordaje integral que nos permita dar respuesta a las necesidades de las mujeres, ganado en habilidades personales y recursos.  Me hubiera gustado disponer de más tiempo, en el curso, para trabajar actitudes y estereotipos, profundizando de este modo en el conocimiento desde lo vivencial.

P: De acuerdo con su respuesta anterior, ¿recomendaría a sus colegas y profesionales de la salud en general la formación en este aspecto?
R: Sin duda alguna, es recomendable y necesaria este tipo de formación, nos permite conocer aspectos de la violencia de género y a profesionales que tienen otras experiencias y conocimientos. Así como las investigaciones y estudios que se están realizando hoy en día. Solo queda daros la enhorabuena por esta iniciativa y mi agradecimiento por todas las atenciones recibidas.

Muchas gracias.

Mar de la Peña Cristiá es enfermera especialista en salud mental y máster en servicios sociosanitarios y gestión sanitaria. Desde hace 13 años es profesora de los cursos de violencia de género y salud para profesionales sanitarios y ciudadanía en ACIS (agencia de conocimiento en Saúde del SERGAS),. Además, coordina el grupo de trabajo de violencia de género y salud del SERGAS.

 

Etiquetas:  violencia de género · mujer · salud
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